El museo arqueológico está situado en un enclave privilegiado cerca del Castro de Borneiro. Asi mismo, su diseño se proyectó atendiendo a la necesidad de informar y visitar el entorno natural. En el recorrido se encontrarán casetas informativas del mismo material que el centro de interpretación como si fuera la continuación del edificio. Éste, simula una grieta en el terreno, que enterrado totalmente por un lateral  queda intencionadamente escondido e integrado en la naturaleza. El material utilizado ha sido el acero corten cuyo aspecto cambiante, debido a su proceso de oxidación natural, se mezcla y mimetiza con el colorido del contexto. El cerramiento exterior tiene una inclinación en algunos tramos hacia afuera y en otros hacia dentro del espacio, mientras que en el interior, diáfano, se colocan prismas rectos para crear una circulación dinámica en la visita. La ruta desarrollada se inicia en el pueblo de Borneiro cruza a lo largo del museo y finaliza en el castro romano, dando más importancia al recorrido en movimiento que a la visión estática de las ruinas. La cubierta del centro de interpretación está formada por diferentes pliegues del mismo material que la fachada y es transitable desde la cota más alta del terreno percibiéndose desde el pueblo como si fuera una escultura.